Cuando César Vallejo escribió "al fin de la batalla, y muerto el combatiente..." en una parte del poema exclamó "tanto amor y no poder nada contra la muerte". Al final, la masa pudo con ella y el combatiente emocionado se incorporó, abrazó al primer hombre y echó a andar. Quizás es que el cadáver literario no estaba bien muerto o quizás ese día al operario de la barredora se le habían pegado las sábanas. Ayer, un niño chino dado por muerto se echó a llorar cuando lo iban a incinerar. Tuvo, como el combatiente, una segunda oportunidad. No así el médico y la enfermera a los que echaron del hospital. C'est la vie.
domingo, 24 de noviembre de 2013
miércoles, 20 de noviembre de 2013
domingo, 17 de noviembre de 2013
el bosque metálico
He leido esto días críticas de fotógrafos que calificaban a este otoño como una porquería. El domingo pasado estuve en el Irati y me pareció una maravilla. Hoy con este tiempo tan chungalí me he dado un paseo por mis discos duros y he encontrado este otro bosque, tal otoñal, metálico y poco definido que introduce tan explícitamente el paso del tiempo en nuestra realidad cíclica otoñal. Lo dicho, el otoño del Irati, una maravilla.
viernes, 15 de noviembre de 2013
viernes, 1 de noviembre de 2013
hoja acomodaticia
No lo tenía previsto pero sucedió. Ella ya lo venía notando. Su rabo cada día que pasaba se iba haciendo más débil y una volada de aire precipitó su caída. Llegó al suelo plácidamente pero no vio a ninguna de sus compañeras. Estaba en un mundo hostil, con rayas paralelas. Ella era amarilla. No entendía nada. De pronto se le ocurrió una idea. Tenía que pasar desapercibida. Y comenzó a segragar y segregar y cada minuto que pasaba las rayas eran más nítidas. Pasaron niños correteando pero ninguno se fijó en ella. Ni ese día ni ninguno del resto de sus días. Ella se sentía bien escalando puestos en el mundo de los desapercibidos. Un día entró en la ejecutiva federal y sueña con ser presidenta. Quizás lo consiga.