domingo, 13 de julio de 2014

Atardecer en el velódromo

A veces la luz nos juega buenas pasadas y nos ofrece oportunidades de "bola extra". Estos días, al hacer mis 40 largos de rigor observaba con inquietud cómo se las jugaban los atardeceres a nuestro insigne velódromo. Pensaba que tadavía me quedaban diez minutos y que no me daría tiempo de ir a por la cámara. Pues eso, que el otro día me llevé la camarica acorté el tiempo de chorroterapia y me subí a la terraza para hacer la foto. Allí comprobé que la luz pinta mejor que el pintor, se refleja mejor que el cristalero y da profundidad mejor que el mejor deliniante. Así que acaba de decidir que voy a contratar a la luz como mi proveedor favorito. Y me ahorro el 21%.


jueves, 3 de julio de 2014

El gran teatro del mundo



Hoy por un momento he soñado con que el Rey, la Hermosura, la Discreción, el Rico, el Pobre, el Labrador y el Niño me venían a visitar y que todos decían “haz el bien, que Dios es Dios”, las virtudes y los vicios, la vida y la muerte como telón de fondo. He intentado por un momento erigirme en protagonista de la serie y he descubierto que los invitados a mi mesa han cumplido con las expectativas que el supremo hacerdor les marcó en el origen. He pensado en las siete virtudes teologales, en el Padre Ascete y he recordado el dolor de mis genuflexiones infantiles. He meditado sobre la intrascendencia de algunas comedias y sobre la dinámica de la dialéctica, con la síntesis que supera la antítesis tras conocer el planteamiento de la tesis. Y me he preocupado. Por una parte por la vanalidad de nuestro mundo pero también me he alegrado porque hay gente que se toma en serio eso de que la cabeza le carrule con un posicionamiento crítico y positivo. Ojalá que mis palabras y mis hechos le pillen al alguacil abriendo  la tapa del puntido. Benditos autos sacramentales cuando remueven conciencias.